Existen cuatro opciones para invertir en vivienda. Elegir una u otra depende de cómo se encuentre en ese momento el mercado inmobiliario.
El mercado de la inversión es tan amplio, que a la hora de invertir asaltan dudas sobre qué operación será más rentable. Esto último es imposible de predecir con exactitud, ya que depende de cómo se encuentre en ese momento el mercado inmobiliario y la capacidad inversora de cada uno. Teniendo en cuenta esta aclaración, a pesar de que los precios de la vivienda están volviendo a subir, los expertos consideran que todavía estamos en un buen momento para invertir. ¿La razón? Porque los precios están más o menos en los niveles de años posteriores.
Adquirir un piso es una de las mejores formas de inversión. Mucho más, si lo compras para posteriormente alquilarlo, la inversión final es 4,2 veces más rentable que invertir en bonos del Estado. A este dato hay que añadir que, actualmente en España, la rentabilidad media se encuentra en un 4,5%. A este porcentaje hay que sumarle la revalorización anual, lo que hace que pueda llegar incluso al 8%. Por excelencia, las mejores ciudades para comprar una vivienda son Madrid y Barcelona.
Formas de invertir en activos inmobiliarios
Como ya hemos comentado antes, depende de la situación que atraviese el mercado económico en ese momento, además de la capacidad inversoras a nivel individual.
- Compra directa: esta operación requiere tener una gran cantidad de ahorros o bien pedir una hipoteca. En esta operación, el inversor pasa a ser automáticamente el propietario de la vivienda, teniendo el control absoluto sobre la misma. A través de la compra directa se puede adquirir todo tipo de inmueble: viviendas, oficinas, naves, locales, plazas de garaje…La decisión final de elegir un tipo u otro de inmueble reside en: la explotación del inmueble en cuestión en calidad de alquiler y las expectativas económicas que puede generar a la hora de venderlo en un futuro.
- SOCIMI (Sociedad Cotizada Anónima de Inversión en el Mercado Inmobiliario): esta opción es buena para aquellos inversores cuya capacidad inversora sea menor. ¿Por qué? Porque cada inversor, a nivel individual, participa en acciones dentro de la SOCIMI en cuestión. De esta forma, se participa en el mercado inmobiliario con un porcentaje que no entraña demasiado riesgo y que aporta rentabilidad si hay beneficio. Además, dicha rentabilidad está regulada por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).
- Renta Vitalicia Inmobiliaria: es otra manera de invertir en el mercado inmobiliario aunque quizá no sea tan conocida como el resto. Consiste en comprar el Inmueble de una tercera persona mayor de 65 años, la cual tendrá el usufructo de la vivienda hasta el momento del fallecimiento. Después, la persona que ha comprado el inmueble será automáticamente el propietario en pleno derecho de la totalidad de la vivienda. La inversión en este tipo de operación consiste en el pago de una renta mensual de por vida (Renta vitalicia) a la persona de tercera edad, o bien darle a la misma una renta durante un periodo de tiempo establecido (Renta Temporal).La ventaja de este tipo de inversión es que se puede invertir a raíz de pequeños capitales sin necesidad de financiación bancaria.
- Crowfunding: esta alternativa es ideal por varias razones. La primera es que el inversor puede participar cuando desee, con poco dinero y en un solo activo. Por otra parte, esta opción no presenta legislación específica y por ello, hay que conocer la fiabilidad de la empresa, de sus gestores, protecciones y garantías que ofrecen a todos los inversores que desean participar.Fondos Inmobiliarios: en este tipo de inversión hay que analizar previamente la rentabilidad, la evolución y el fondo inmobiliario en cuestión. Una vez que se tenga claro estas tres premisas se procede a la inversión. La ventaja de decantarse por esta vía es la gran diversificación que permite acceder a todos los mercados