
Si vas a Holanda o has estado recientemente allí de vacaciones, es visita obligada, por ser uno de sus iconos urbanísticos, sus Casas Cúbicas. Piet Blom diseñó las casas cúbicas en 1984. El diseño representa un árbol y el conjunto de casas, un bosque. La idea inicial del Arquitecto era construir un pueblo dentro de la ciudad, un pequeño refugio con todo tipo de servicios y comodidades.
El conjunto está formado por unas columnas hexagonales que sostienen unos cubos gigantes girados 45º en cuyo interior se encuentra el espacio habitable. La superficie total de la casa es de 100 metros cuadrados pero dada su extraña configuración un 25% del espacio está desaprovechado debido a la caída del techo. Al entrar, te das cuenta que tus sentidos “te engañan”, ya que no cumple con los estándares convencionales ni habituales a los que estamos acostumbrados. La mayor parte de las casas están ocupadas pese a que siempre hay un cubo abierto al público turista.
Las casas constan de tres plantas. La primera altura es la entrada, en el siguiente piso se encuentran la cocina y la sala de estar, en la segunda planta hay dos habitaciones y un cuarto de baño y la planta superior es una especie de buhardilla multiusos.
Puede gustarte o no pero, ¡no os lo podéis perder!