Crecimiento de las inversiones en el primer trimestre del 2015
En el 2015 parece que llevamos el mismo camino que el final de 2014, con volúmenes récord, únicamente comparable con el “boom” del sector inmobiliario de la década pasada.El mes de marzo de este año cerró el primer trimestre con un 154% más que el mismo período del año pasado (2.900 millones), consiguiendo la misma cifra que allá en el año 2007, cuando se consiguió un récord histórico de 3.011 millones.
Fondos de Inversión, Sociedades de Inversión Inmobiliarias e inversores particulares suben las estadísticas de las operaciones realizadas. Aunque los rumores apuntan que detrás de estas magníficas cifras están la compra del Centro Comercial Puerto Venecia en Zaragoza por parte del Fondo Británico Intu; el edificio de la calle Gran Vía, 32 por parte de Amancio Ortega o del Centro Comercial Plenilunio por la inmobiliaria francesa Klépierre.
Las mayores inversiones se concentran en Madrid y Barcelona
La consultora norteamericana JLL (Jones Lang LaSalle) apunta que estos tres primeros meses se caracterizan por haberse duplicado las inversiones en edificios de oficinas en Madrid y Barcelona, hasta llegar a las 580 millones de euros, de los que un 84% se localizan en la capital, un 283% más que el ejercicio anterior. Números muy optimistas para Madrid pero no tanto para la Ciudad Condal, que fue negativa, recibiendo un 22,5% menos que en el año 2014.
Otro de las características de la continuidad de estas buenas cifras es el interés de los inversores extranjeros en nuestro país, que representan un 46% del capital total (1.340 millones). Parece ya una realidad la retirada de los llamados “fondos oportunistas o fondos buitre”, sustituidos por los Fondos y Sociedades de Inversión Inmobiliarias (SOCIMI), propiciado por la reducción de las rentabilidades, el aumento de la demanda y la desaparición de los “productos de calidad” en Madrid y Barcelona.
Según los datos del INE, la compraventa de inmuebles aumentó un 15,5% durante el mes de febrero de este año, una de las cifras más elevadas en los últimos años. Y aunque todo parece apuntar a una recuperación, todavía hay algunos signos que muestran inestabilidad en el mercado de la vivienda de particulares: la vivienda usada se incrementó en un 50,4%; en cambio la vivienda nueva decayó un 28,6%.