Una de las obligaciones a las que está sujeto el vendedor en el contrato de compraventa es al saneamiento por evicción de la cosa objeto de la venta. Este deber consiste en que el vendedor tiene que garantizar al comprador la posesión legal de lo vendido.
La evicción puede ser total o parcial como lo expresa el artículo 1894 del código civil: «hay evicción de la cosa comprada, cuando el comprador es privado del todo o parte de ella, por sentencia judicial»
Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor: la evicción tiene lugar cuando el comprador se ve privado por una sentencia firme, en virtud de un derecho anterior a la compra, de todo o parte de la cosa comprada. Para que se dé el saneamiento por evicción es necesario que la causa de la evicción sea anterior a la venta.
Casos en los que puede darse la evicción
- Si ha existido renuncia al saneamiento, el vendedor solo debe entregar el precio de la cosa vendida al tiempo de la evicción, siempre y cuando, el comprador no hubiera renunciado conociendo los riesgos y aceptando las consecuencias.
- Si se ha pactado el saneamiento o si no se hubiera establecido nada, el comprador puede exigir al vendedor la restitución del precio de la cosa al tiempo de la evicción; los frutos y rendimientos en caso de que se le condene a su entrega al que le ha vencido en juicio; las costas del pleito que ha motivado la evicción, y en su caso, las seguidas con el vendedor para el saneamiento; los gastos del contrato en caso de que los hubiera pagado el comprador; los daños e intereses y los gastos voluntarios o de puro recreo en caso de haberse vendido con mala fe.
La obligación de saneamiento por evicción comprende lo siguiente:
- La restitución de precio de la cosa vendida.
- El pago de los gastos del contrato sufragados por el comprador.
- El pago del valor de los frutos que el comprador hubiese sido obligado a restituir al vendedor.
- El pago de las costas que el comprador hubiere sufrido a causa de la demanda.
- El pago de aumento del valor de la cosa evicta que esta haya tomado en poder del comprador.
Con esta acción se busca proteger al comprador para que, cuando este se vea privado de su derecho de propiedad por medio de una sentencia judicial, el comprador pueda exigir al vendedor que responda por dicha privación de la cosa y reclamar por los vicios ocultos de la misma.